La limpieza de pozos sépticos es el proceso de vaciar, limpiar y mantener los sistemas sépticos, que son utilizados para el tratamiento de aguas residuales en viviendas o instalaciones que no están conectadas a una red de alcantarillado público. Estos sistemas suelen estar compuestos por un tanque en el que se depositan los residuos orgánicos y sólidos, que se descomponen mediante procesos biológicos.

Con el tiempo, los sólidos y lodos acumulados en el pozo séptico deben ser removidos para garantizar el correcto funcionamiento del sistema y evitar obstrucciones o contaminaciones. La limpieza de pozos sépticos implica la extracción de estos materiales mediante camiones de succión especializados, que vacían el tanque y lo dejan libre de residuos.

Además de vaciar el pozo, el proceso incluye la inspección de la estructura del sistema séptico, asegurándose de que no haya daños o fugas que puedan comprometer su eficacia. La limpieza periódica del pozo séptico es esencial para prevenir malos olores, el desbordamiento de aguas residuales y la contaminación del medio ambiente, al mismo tiempo que prolonga la vida útil del sistema.

Es recomendable realizar esta limpieza cada 1 a 3 años, dependiendo del uso y tamaño del sistema. Este servicio debe ser realizado por profesionales capacitados para garantizar que se cumplan las normativas de seguridad y medioambientales.